jueves, 5 de mayo de 2011

PARADIGMA SOCIOCULTURAL EN LA EDUCACIÓN

¿De qué manera la utilización de un paradigma sociocultural ayuda al diseño de actividades pedagógicas mediadas por tecnología digital, así como a la evaluación de dichas actividades y de las políticas institucionales y educativas que las sustentan?

Últimamente que tanto has escuchado las palabras Tecnologías de la Información y la Comunicación en el ámbito educativo, muchas verdad, esto se debe principalmente a que los paradigmas educativos tratan de ir respondiendo  a  las necesidades y contexto en el cual se desenvuelven sus educandos o por lo menos esto es  lo que pretende.  El paradigma sociocultural de Vygotsky es uno de ellos por lo  que trata de dar respuesta a estas nuevas demandas de la sociedad  a través de la inmersión y el diseño de actividades pedagógicas mediadas por la tecnología digital.

Desde un paradigma sociocultural el aprendizaje es conceptualizado como la apropiación y dominio de herramientas culturales valoradas de manera histórica por los miembros de una comunidad de práctica, y en la actualidad las herramientas que más han adquirido valor en nuestra sociedad y en el ámbito educativo  son el dominio y uso de las TIC por ser un  medio que facilita tareas, estimula la creatividad, hay un alto grado de interacción, comunicación  y   sobre todo que hace llegar la educación a lugares donde antes no se imaginaba con l ayuda del e- learning  haciendo que se acorte esa brecha de marginación y equidad en la educación.

Otra bondad del uso de la tecnología en esta modalidad es  el hecho de que los modelos de enseñanza – aprendizaje están centrados en la persona que desea participar en este tipo de comunidad de práctica pues es él quien se ve identificado y comprometido con este tipo de modelo educativo,  los miembros toman un papel más activo y desarrollan (Wenger, 2001) un compromiso mutuo, una empresa conjunta y  un repertorio compartido que los conduce a un aprendizaje significativo , pues el diseño de las actividades han sido creadas  para ese fin y por lo tanto todo gira en torno a ellos, los estudiantes forman el círculo central del modelo centrado en la persona y alrededor de ello giran los profesores,  el conocimiento, la institución, el contexto socio demográfico y el marco filosófico  de la educación, (Heredia, 2007) que completa un modelo bondadoso de interacción,  trabajo en equipo, mediación, andamiaje, entre otros  algo deseable en el paradigma sociocultural.

Los estudiantes cumplen varias funciones pues ellos son a la vez aprendices y maestros de otros compañeros menos expertos que buscan la ayuda o tutoría de sus compañeros (Daniels, 2003)  ya sea en el conocimiento mismo o en el desarrollo de habilidades para el manejo de los dispositivos tecnológicos que se usan y desarrollan en la modalidad,  ellos también tienen la función de evaluar el desempeño de sus compañeros y participar siempre de una forma respetuosa  y tolerante.

Por todo lo antes dicho los usuarios de este modelo buscan optimizar el uso de la tecnología para apropiarse de nuevos conocimientos,  habilidades, contenidos en el momento que pueden y en el lugar que mejor les parezca, pues su diseño permite en muchas ocasiones la libertad de ir mas allá de las activadas sugeridas, es decir explota al máximo el potencial  de los estudiantes y les da a la vez las herramientas necesarias para poder formular ellos mismos proyectos innovadores, actividades ingeniosas  con el uso de las TIC.

Referencias:

Daniels, E. (2003). Aplicaciones educativas de la teoría sociocultural y de la actividad. Vigotsky y la pedagogía (págs. 139-183). Barcelona: Paidós.  

Heredia Escorza, Y., Romero Munguía, M.E. (2007). Un nuevo modelo educativo centrado en la persona: compromisos y realidades. En A. Lozano Rodríguez, J.V. Burgos Aguilar. Tecnología Educativa en un Modelo de Educación a Distancia Centrado en la persona. (págs. 53-75). México Limusa.

Lacasa, P. (2002). Cultura y Desarrollo. En P. Herranz Ibarra, P. Sierra García, Cultura y Desarrollo (págs.. 17-50). Madrid: UNED.

Wenger, E. (2001). Comunidad. Comunidades de Práctica: Aprendizaje, significado e identidad (págs. 99- 114). Barcelona: Paidós.